Judías verdes, ¿mejores de lo que recuerda?
Una lectura a bocados para su salud y su cintura
¿Recuerda cuando era niño y temía cuando tocaba cenar judías verdes? ¿A menudo eran la versión enlatada, estaban blandas y quizá tenían un sabor extraño debido al líquido de la lata? Sí. Probablemente eso fue suficiente para arruinarle las judías verdes, pero quizá merezca la pena echarles otro vistazo.
Las judías verdes están repletas de proteínas, fibra, vitaminas y minerales, y antioxidantes. Y lo que es más, ¡también pueden ser súper deliciosas! Si nos fijamos en su valor nutricional, una taza de judías verdes tiene unas 32 calorías, 2g de proteínas, nada de grasa, 6g de carbohidratos, junto con 2g de fibra y 2g de azúcar. Obtenemos unos 12 mg de vitamina C, que es buena para nuestra salud inmunológica y produce colágeno para proteger nuestra piel del estrés oxidativo, especialmente en verano. En una taza de judías verdes crudas obtenemos 690IU (unidades internacionales) de vitamina A, que favorece la salud inmunológica, la salud de la piel, la visión e incluso nuestra salud reproductiva. Estos son los grandes, y además, también obtenemos un poco de vitamina K, niacina, vitamina B6 y vitamina E. En cuanto a los minerales, obtenemos 37 mg de calcio, 1 mg de hierro, 25 mg de magnesio, 38 mg de fósforo, 211 mg de potasio y un cuarto de miligramo de zinc. En resumen, las judías verdes ofrecen tanto macronutrientes como micronutrientes que favorecen nuestra salud.
Tal vez sea el momento de darle otra oportunidad a las judías verdes. ¡Elijamos las buenas para que sepan mejor! La mejor época del año para las judías verdes es del verano al otoño, así que ahora es el momento perfecto para visitar un mercado agrícola local. Cuando vaya a comprarlas, asegúrese de que tienen un bonito color verde brillante. También deben estar firmes. Si el congelado se ajusta mejor a su presupuesto o a sus planes, ¡también sirve! Si utiliza judías verdes en conserva, tenga cuidado con el sodio y asegúrese de enjuagarlas bien.
Las judías verdes se pueden comer crudas, lo que significa que este año podrían ser la adición al plato de verduras y salsas en su barbacoa del 4 de julio. Al preparar las judías verdes, debe recortar el rabito y cortar las partes blandas y, a continuación, lavarlas. Cualquier método de cocción servirá para las judías verdes. No obstante, le recomiendo que no las hierva, ya que esto puede mermar la vitamina C y la vitamina B (vitaminas hidrosolubles). Tenga en cuenta que se cuecen rápidamente, ¡así que no se exceda! Puede hornear las judías verdes hasta convertirlas en patatas fritas, echarlas en guisos o sopas, hacerlas como guarnición, encurtirlas o incluso asarlas con queso parmesano. Puede ser muy creativo a la hora de darles sabor. Ya sea saladas o cítricas, ¡las posibilidades son infinitas!
Créame, estos consejos le ayudarán a hacerlas mucho más divertidas que las conservas de los años 70 y 80. Esta puede ser una forma creativa de añadir variedad a sus comidas y obtener sus nutrientes ¡sin cambiar realmente nuestra lista de la compra! Quizá ahora añada las judías verdes a su repertorio de comidas favoritas.